SUPER 8 (2011)
Hace un par de años os hablé de la nueva película de Star Trek de J. J. Abrams. Un reborn de la saga original, empezando desde cero, que cautivo a los trekkies ya maduritos que acudían a las salas acompañados de sus retoños haciéndoles pedagogía de las viejas series mitificadas en la actualidad y que para muchos han sido toda una vida repleta de recuerdos y de vivencias.
Súper 8, la nueva obra de mismo director, tiene también su punto de nostalgia de aquella ciencia ficción de antaño que bebía de las creaciones del entonces joven Steven Spielberg que en esta ocasión ejerce de productor ejecutivo.
Nos encontramos con rememoranzas de aquellas cutrillas, casposas pero simpáticas películitas rodadas en paso estrecho (9'5 mm, 8 mm, súper 8) que nosotros creíamos obras maestras cuando eran un coñazo del que años después nos avergonzábamos. En fin, todos hemos realizado pecados de juventud y no vale tenerlo en cuenta.
Aquí, en un pequeño poblado estadounidense, unos muchachitos quieren emular a Cecil B. DeMille con cuatro dólares y los elementos más increíblemente casposos para perpetrar su genial aborto fílmico. Pobres muchachos. Sin comerlo ni beberlo se ven mezclados en una aventura de verdad y qué aventura, con soldados de la U.S. Army y una misteriosa figura a la que apenas vemos y que nos inquieta no por lo que muestra sino por lo que oculta.
Esa primera parte nos hace soñar con una película mejor, un rizador de rizos ingenioso. Pero los blockbuster, las fanfarrias de las multinacionales, las piruetas fílmicas, la sucesión de saltimbanquis, efectos digitales bien condimentados para no dejar ni una milésima de segundos en punto muerto convierten la película soñada en un pasatiempo de palomitas de maíz y públicos domingueros.
Que todo está perfecto no lo voy a discutir, pero si eres cinéfilo soñador y romántico es mejor seguir buscando por las carteleras ofertas más atractivas. Para mí lo mejor son los créditos finales, que mucha gente que se precipita al macharse se pierde, con una sorpresa más que agradable que nadie debería perderse. No voy a desvelar detalles para no hacerle la pascua a los productores. Si se carecen de exigencias culturales se lo pasarán en grande.
Nos encontramos con rememoranzas de aquellas cutrillas, casposas pero simpáticas películitas rodadas en paso estrecho (9'5 mm, 8 mm, súper 8) que nosotros creíamos obras maestras cuando eran un coñazo del que años después nos avergonzábamos. En fin, todos hemos realizado pecados de juventud y no vale tenerlo en cuenta.
Aquí, en un pequeño poblado estadounidense, unos muchachitos quieren emular a Cecil B. DeMille con cuatro dólares y los elementos más increíblemente casposos para perpetrar su genial aborto fílmico. Pobres muchachos. Sin comerlo ni beberlo se ven mezclados en una aventura de verdad y qué aventura, con soldados de la U.S. Army y una misteriosa figura a la que apenas vemos y que nos inquieta no por lo que muestra sino por lo que oculta.
Esa primera parte nos hace soñar con una película mejor, un rizador de rizos ingenioso. Pero los blockbuster, las fanfarrias de las multinacionales, las piruetas fílmicas, la sucesión de saltimbanquis, efectos digitales bien condimentados para no dejar ni una milésima de segundos en punto muerto convierten la película soñada en un pasatiempo de palomitas de maíz y públicos domingueros.
Que todo está perfecto no lo voy a discutir, pero si eres cinéfilo soñador y romántico es mejor seguir buscando por las carteleras ofertas más atractivas. Para mí lo mejor son los créditos finales, que mucha gente que se precipita al macharse se pierde, con una sorpresa más que agradable que nadie debería perderse. No voy a desvelar detalles para no hacerle la pascua a los productores. Si se carecen de exigencias culturales se lo pasarán en grande.
Película: Super 8. Dirección y guion: J.J. Abrams. País: USA. Año: 2011. Duración: 114 min. Género: Ciencia-ficción. Interpretación: Joel Courtney (Joe Lamb), Kyle Chandler (Jack), Amanda Michalka (Jen), Elle Fanning (Alice), Gabriel Basso (Martin), Ron Eldard (Louis), Noah Emmerich (Nelec), Riley Griffiths (Charles), Zach Mills (Preston), Ryan Lee (Cary). Producción: J.J. Abrams, Steven Spielberg y Bryan Burk. Música: Michael Giacchino. Fotografía: Larry Fong. Montaje: Maryann Brandon y Mary Jo Markey. Diseño de producción: Martin Whist. Vestuario: Ha Nguyen. Distribuidora: Paramount Pictures Spain. Estreno en USA: 10 Junio 2011. Estreno en España: 19 Agosto 2011
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