RECUERDOS DE SITGES
Hace 20 años que no voy a Festival de Sitges. En 1991 sólo regresé para ver el Drácula de Carlos Villarías, pero desde 1974 a 1987 asistía cada edición ávido de conocer a gente de nuestra temática y colegas aficionados al fantástico. Aquí me hice con muchos amigos y algunos enemigos, eso es inevitable.
De éstos es mejor no hablar mucho. Parece mentira que puedan existir. En 1972 y 1973 fuí sólo un día como curiosidad. A partir de 1974, cuando Antonio Gracia José "Pierrot", puso en marcha "Vudú", mi bautizo en las revistas de cine fantástico, recibí la primera acreditación. Es decir que me pagaban las entradas y nada más. Entonces estaba Antonio Ráfales Gil como presidente, tratado de forma muy injusta por los periodistas de Barcelona, y en 1980 entré a formar parte del equipo por fallecimiento de Fernando Montejano que dejó un puesto vacante.
Me dolió mucho entrar de esta forma porque era buena gente, pero a partir de entonces asistía cada año invitado.
1980 y 1981 como colaborador, fui jurado de prensa, y redactor de boletines.
En 1982 todo se torció, la Generalitat se apropió del festival, nos lo arrebató y nos echó a la calle a todo el equipo. Los críticos vocingleros de antaño se hicieron los amos, dieron un golpe de estado como el del Generalísimo Franco en el 18 de julio de 1936, al que tanto critican y al que tanto imitan.
A partir de entonces todo fue problemas, muchos "amigos" nos volvieron la espalda. Como ya no podían conseguir invitaciones a través nuestro prefirieron darnos la patada.
Los nuevos amos me siguieron invitando, yo era corresponsal y colaborador de revistas extranjeras de cine fantástico que encontraban muy poco profesional y ético el trato recibido.
Sin embargo el ambiente de Sitges se comenzó a deteriorar para mí.
A pesar de esos elementos he de reconocer que en Sitges viví muy buenos momentos, como participar en la mesa más larga del mundo que entró en el Libro Guinness de los records. Salió en todos los noticiarios televisados, es decir los medios de comunicación o mediáticos como dicen ahora.
Los cámaras sacaron tres planos. Uno de toda la mesa, otro con el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol y el tercero me lo sacaron a mí. Se vé que tengo costumbres pantacruélicas y eso llamó la atención.
De éstos es mejor no hablar mucho. Parece mentira que puedan existir. En 1972 y 1973 fuí sólo un día como curiosidad. A partir de 1974, cuando Antonio Gracia José "Pierrot", puso en marcha "Vudú", mi bautizo en las revistas de cine fantástico, recibí la primera acreditación. Es decir que me pagaban las entradas y nada más. Entonces estaba Antonio Ráfales Gil como presidente, tratado de forma muy injusta por los periodistas de Barcelona, y en 1980 entré a formar parte del equipo por fallecimiento de Fernando Montejano que dejó un puesto vacante.
Me dolió mucho entrar de esta forma porque era buena gente, pero a partir de entonces asistía cada año invitado.
1980 y 1981 como colaborador, fui jurado de prensa, y redactor de boletines.
En 1982 todo se torció, la Generalitat se apropió del festival, nos lo arrebató y nos echó a la calle a todo el equipo. Los críticos vocingleros de antaño se hicieron los amos, dieron un golpe de estado como el del Generalísimo Franco en el 18 de julio de 1936, al que tanto critican y al que tanto imitan.
A partir de entonces todo fue problemas, muchos "amigos" nos volvieron la espalda. Como ya no podían conseguir invitaciones a través nuestro prefirieron darnos la patada.
Los nuevos amos me siguieron invitando, yo era corresponsal y colaborador de revistas extranjeras de cine fantástico que encontraban muy poco profesional y ético el trato recibido.
Sin embargo el ambiente de Sitges se comenzó a deteriorar para mí.
A pesar de esos elementos he de reconocer que en Sitges viví muy buenos momentos, como participar en la mesa más larga del mundo que entró en el Libro Guinness de los records. Salió en todos los noticiarios televisados, es decir los medios de comunicación o mediáticos como dicen ahora.
Los cámaras sacaron tres planos. Uno de toda la mesa, otro con el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol y el tercero me lo sacaron a mí. Se vé que tengo costumbres pantacruélicas y eso llamó la atención.
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