LA HISTORIA DE BONNIE PARKER
Antes que convertise en la novia de 9 metros de Lou Costello, quien para
ducharla necesitaba una manguera provocando un buen susto a un
helicóptero de los USA. la actriz de rostro aniñado, dulce y sensual, se
convirtió en una sanguinaria y cruel atracadora de bancos en La historia de Bonnie Parker (1958) de William Witney, un honesto artesano de la serie B.
Contrastando con sus papeles dulzones en los que se especializó después, Dorothy Provine recreó el personaje de Bonnie, del famoso dúo Bonnie y Clyde, con gran dureza y crueldad.
Arthur Penn nueve años después nos dio una nueva imagen del personaje, haciendo hincapié en las causas que provocaron que los atracadores asaltaran bancos que entonces ya tenían la pésima reputación actual.
La visión de Witney era mucho más plana, en realidad sólo era una película de tiros, de atracos, muy serie B, que en España no se estrenó y que vimos en televisión tiempo después como consecuencia del triunfo espectacular del filme de Penn.
Lo que más destaco de ese thriller en blanco y negro fue precisamente la labor de Dorothy Provine, actriz que era apta para un registro distinto al que se le utilizó habitaulemnte como la rival de Natalie Wood en La carrera del siglo o la novia de Dick Van Dyke en Ni un momento de respiro.
Dorothy quemó su carrera en numerosos telefilmes, tal vez a los productores de Hollywood no les interesó y como suelen hacer en estos casos la relegaron a la pequeña pantalla con trabajos menores, una carrera modesta pero decente, y eso sí nuestra simpatía.
Contrastando con sus papeles dulzones en los que se especializó después, Dorothy Provine recreó el personaje de Bonnie, del famoso dúo Bonnie y Clyde, con gran dureza y crueldad.
Arthur Penn nueve años después nos dio una nueva imagen del personaje, haciendo hincapié en las causas que provocaron que los atracadores asaltaran bancos que entonces ya tenían la pésima reputación actual.
La visión de Witney era mucho más plana, en realidad sólo era una película de tiros, de atracos, muy serie B, que en España no se estrenó y que vimos en televisión tiempo después como consecuencia del triunfo espectacular del filme de Penn.
Lo que más destaco de ese thriller en blanco y negro fue precisamente la labor de Dorothy Provine, actriz que era apta para un registro distinto al que se le utilizó habitaulemnte como la rival de Natalie Wood en La carrera del siglo o la novia de Dick Van Dyke en Ni un momento de respiro.
Dorothy quemó su carrera en numerosos telefilmes, tal vez a los productores de Hollywood no les interesó y como suelen hacer en estos casos la relegaron a la pequeña pantalla con trabajos menores, una carrera modesta pero decente, y eso sí nuestra simpatía.
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