¿Habéis visto la película de Alex de la Iglesia Perdita Durango? El personaje protagonista del mismo nombre, encarnado por Rosie Pérez, había aparecido antes en Corazón salvaje de David Lynch con los rasgos de Isabella Rossellini, la hermosa hija de la gran Ingrid Bergman.
Perdita está basada en una mujer de carne y hueso, Sara Aldrete, autora de un libro titulado Me dicen la narcosatánica, detenida en 1989 y condenada a 647 años de cárcel que cumple en el Reclusorio Oriente en México capital. Ella niega todos los cargos, pero es la presa más famosa del país.
Se la acusó de ser una sacerdotisa de una banda de narcotraficantes que practicaba sacrificios humanos en Matamoros, frontera con los Estados Unidos.
Entre los cargos está la de ser amante de Adolfo Constanzo, jefe de la secta, un estadounidense de origen cubano acusado de haber violado, sodomizado, torturado y asesinado a 13 hombres a los que posteriormente despedazaba.
Sara fue llamada además la concubina del diablo por haber pertenecido a esta secta satánica, o una desviación de la santería, de procedencia africana, que tiene muchos adeptos en algunas zonas de la América hispana.
De hecho esta secta actuó con total impunidad hasta que cometieron el error de asesinar a un norteamericano y la policía del coloso del norte se les echó encima, FBI incluido. Washington presionó al gobierno de México para que pusiera fin a los desmanes de la secta a los que empezaron a perseguir, un día los acorralaron, Constanzo y los suyos se suicidaron.
La presa de alta figura, recia musculatura y ojos verdes confesó aunque claro bajo tortura de su complicidad, pero ahora se declara inocente de los cargos que se la imputan. Verdad o mentira, Sara se ha convertido en toda una leyenda.
Sara Aldrete
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