ESTRUC Y LOS CÁTAROS
La leyenda del conde Estruc (que algunos dicen que yo me inventé a pesar de que antes de la publicación de mi novela ya había sido citado en numerosos libros) coincide en el tiempo y en el lugar con el desarrollo de los cátaros. Procedentes de Carcasona (sur de Francia), hubo en el pasado lazos muy estrechos entre ambos territorios. Todo está dentro de la especulación en lo concerniente en el nacimiento de Cataluña pero tal como se los gastan las sesudas mentes atrofiadas de la actualidad igual son capaces de acusarme de inventar la tierra donde nací y decir que ésta no existió jamás. Pero en fin con semejante fauna es mejor no hablar.
El catarismo fue todo un cisma de la iglesia cristiana en donde se predicaba una especie de regreso al cristianismo antiguo, el verdadero, porque la Iglesia se había corrompido en aquellos tiempos turbulentos provocando crisis de la fe en todo el mundo.
Sin embargo tras los móviles políticos y religiosos siempre los hay económicos. Cataluña y Occitania juntas hubieran creado una potencia importante y los vecinos franceses ambicionaban esas tierras prósperas para incorporarlas a su territorio.
De ahí que se aprovechó la aparición del catarismo para darle un barniz de cruzada en nombre de la fe para justificar toda una persecución inquisitorial contra la secta.
Esta persecución provocó que numerosos occitanps huyeran y se refugiaran en tierras catalanas. Al ser Estruc (procedente del occitano Astruc) de la misma época ha provocado la especulación de que nuestro conde sea en realidad un cátaro y la leyenda una calumnia inventada contra el mismo.
No olvidemos que los cátaros, quemados en la hoguera por herejes, sufrieron una persecución durísima y además fueron víctimas de terribles acusaciones, algunas tan fantásticas como increíbles. Unas historias que se asemejan mucho a la leyenda a la que aquí hacemos referencia.
¿Estruc era en realidad un cátaro? La polémica está abierta.
Sin embargo tras los móviles políticos y religiosos siempre los hay económicos. Cataluña y Occitania juntas hubieran creado una potencia importante y los vecinos franceses ambicionaban esas tierras prósperas para incorporarlas a su territorio.
De ahí que se aprovechó la aparición del catarismo para darle un barniz de cruzada en nombre de la fe para justificar toda una persecución inquisitorial contra la secta.
Esta persecución provocó que numerosos occitanps huyeran y se refugiaran en tierras catalanas. Al ser Estruc (procedente del occitano Astruc) de la misma época ha provocado la especulación de que nuestro conde sea en realidad un cátaro y la leyenda una calumnia inventada contra el mismo.
No olvidemos que los cátaros, quemados en la hoguera por herejes, sufrieron una persecución durísima y además fueron víctimas de terribles acusaciones, algunas tan fantásticas como increíbles. Unas historias que se asemejan mucho a la leyenda a la que aquí hacemos referencia.
¿Estruc era en realidad un cátaro? La polémica está abierta.
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