Anteayer me pasé por un importante centro comercial para adquirir algún DVD y me encontré con El orfanato, la exitosa película de J. A. Bayona. Tanto leer sobre ella caí en la tentación de adquirirla y así conocerla ya que no la vi en las salas por serme imposible acudir a ellas.
La película está muy por encima de la media de cine español que, por costumbre, tiene muy mal cartel en nuestro propio país y no me extraña. Todo lo contrario, esta obra de Bayona se distingue por su excelente factura y es la mejor cinta española que he visto en muchos años (no contando algunos títulos clásicos vistos en DVD recientemente), muy superiores a los almodóvares y arandas de rigor.
Destaca su atmósfera de suspenso, muy bien lograda, y una acertada dirección de actores, destacando la excelente Belén Rueda como protagonista y en papeles secundarios reencontramos a Geraldine Chaplin y Blanca Martínez (con quien coincidí en Más allá de la muerte).
El tema está escogido con inusual inteligencia. Al contrario de El laberinto del fauno que se pierde en un inútil e inoportuno conflicto político, El orfanato se centra en su clima opresivo, claustrofóbico, y en su inquietante atmósfera sin recurrir a vacuos efectismos. La trama se apoya en el personaje central y en la interpretación de Belén Rueda.
Una grata sorpresa pues y un oasis enmedio de un desierto de nulidad.
La película está muy por encima de la media de cine español que, por costumbre, tiene muy mal cartel en nuestro propio país y no me extraña. Todo lo contrario, esta obra de Bayona se distingue por su excelente factura y es la mejor cinta española que he visto en muchos años (no contando algunos títulos clásicos vistos en DVD recientemente), muy superiores a los almodóvares y arandas de rigor.
Destaca su atmósfera de suspenso, muy bien lograda, y una acertada dirección de actores, destacando la excelente Belén Rueda como protagonista y en papeles secundarios reencontramos a Geraldine Chaplin y Blanca Martínez (con quien coincidí en Más allá de la muerte).
El tema está escogido con inusual inteligencia. Al contrario de El laberinto del fauno que se pierde en un inútil e inoportuno conflicto político, El orfanato se centra en su clima opresivo, claustrofóbico, y en su inquietante atmósfera sin recurrir a vacuos efectismos. La trama se apoya en el personaje central y en la interpretación de Belén Rueda.
Una grata sorpresa pues y un oasis enmedio de un desierto de nulidad.
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