RENE LALOUX
René LalouxRené Laloux vino en 1987 a presentar Gandahar, le hicieron poco casi y su película la pasaron el penúltimo día. La mañana de la jornada de clausura tuvo lugar la conferencia de prensa en donde no asistieron ni el jefe de prensa ni el director del festival tratándole con mucha desconsideración.
Este cineasta se dedica al cine de animación, muy vanguardista, pero que tiene un encanto muy especial. Le comenté que su película me había parecido un sueño, ese comentario le agradó mucho. Me respondió que era el mejor halago que le habían hecho.
Es poco conocido a nivel comercial, pero como cineasta tiene su fascinación al mostrar unos mundos imaginarios repletos de fantasía.
Piotr Szukin y Salvador Sáinz, Sitges 1980
Piotr Szukin es un director polaco, rodó Gollem y la presentó en Sitges. Su película, de aires surrealistas no gustó a nadie, y estaba francamente desesperado. Hablé con él, pues me vino a ver a mi habitación del hotel. Le dije que su error era asistir a Sitges porque el público desea ver un cine popular y no cine de autor, que le hubiera convenido otro certamen. Les presenté a Rita Sonlleva y Jorge Lluesma, directores del Imagfic en Madrid.
En este festival tuvo mucha más suerte y recibió el premio de la crítica. En 1982 presentó su versión de La guerra de los mundos de Wells, también premiada en el Imagfic, pero no osó dirigirme la palabra. ¿Porqué? Pues misterio.
Este cineasta se dedica al cine de animación, muy vanguardista, pero que tiene un encanto muy especial. Le comenté que su película me había parecido un sueño, ese comentario le agradó mucho. Me respondió que era el mejor halago que le habían hecho.
Es poco conocido a nivel comercial, pero como cineasta tiene su fascinación al mostrar unos mundos imaginarios repletos de fantasía.
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Piotr Szukin y Salvador Sáinz, Sitges 1980Piotr Szukin es un director polaco, rodó Gollem y la presentó en Sitges. Su película, de aires surrealistas no gustó a nadie, y estaba francamente desesperado. Hablé con él, pues me vino a ver a mi habitación del hotel. Le dije que su error era asistir a Sitges porque el público desea ver un cine popular y no cine de autor, que le hubiera convenido otro certamen. Les presenté a Rita Sonlleva y Jorge Lluesma, directores del Imagfic en Madrid.
En este festival tuvo mucha más suerte y recibió el premio de la crítica. En 1982 presentó su versión de La guerra de los mundos de Wells, también premiada en el Imagfic, pero no osó dirigirme la palabra. ¿Porqué? Pues misterio.
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