TARAS BULBA (2009)

Vladimir Bortko es el director ruso que en el 2009 la llevó de nuevo al cine con una versión más fidedigna y muy superior en calidad a la famosa versión hollywoodense. Una producción que no se ha escamoteado medios pero que en Occidente, debido al monopolio del Imperio de Hollywood ha tenido una distribución calamitosa e injusta. La peor década cinéfila no ha sido grata para los amantes del buen cine teniendo que recurrir de nuevo al DVD y demás formatos domésticos para poder disfrutar de su visión.
Borko es miembro del Partido Comunista de la Federación Rusa, de origen ucraniano, al que se le ha acusado de propagandista del patriotismo ruso ya presente en la novela que es un canto al nacionalismo de la Vieja y Santa Rusia, tal como es descrita en la película. El Ministerio de Cultura ruso ha financiado en parte esta producción que en cierto modo tiene un espíritu Vladimir Putin, autor de incendiarias proclamas patrióticas en su país. El nacionalismo exacerbado está muy de moda en los últimos años no sólo en Rusia, sin ir más lejos en nuestra Cataluña que al menos no presume de Santa como hacen los rusos.

Sobresale en esta narración su tono épico, realizado con inusual maestría por su realizador en un tiempo en que las producciones de este calibre suelen ser muy asépticas y desmitificadoras. El patriotismo parece ser considerado cosa del pasado excepto en nuestros lares que, como siempre, van de ida cuando el resto de Europa va de vuelta.
El protagonista, un cosaco ya anciano que vive para la guerra como si fuera su religión, defendiendo la fe ortodoxa "como la única verdadera" y su patria la mejor del mundo. Uno de sus hijos pone en cuestión esa fe "¿qué seriamos de nosotros si hubiésemos nacido en otro lugar?". La versión de Hollywood se centraba especialmente en el hijo, dejando al padre en un segundo lugar, y en el romance con la hija del gobernador.
Aquí este episodio es uno más, porque la epopeya es mucho más compleja. Yo no la veo tan maniquea como dicen, porque en realidad el directo describe a esos personajes tal como fueron o tal como los describió el autor literario.
El caudillo cosaco no nos es mostrado de forma simpática, políticamente correcta, porque esa gente no es como nos gustaría que fueran sino como fueron en realidad. Gentes con sus virtudes y sus defectos, que se creen en posesión de la verdad absoluta cuando estaban totalmente equivocados convirtiendo su vida y la de las naciones vecinas en un auténtico infierno de sangre y fuego.
La película no nos escatima detalles de su crueldad, las ejecuciones de los cosacos por parte de los polacos es asimismo cruel porque el enemigo no es mejor porque sea diferente o su antagonista. Es de resaltar la escena del nacimiento del nieto de Taras Bulba, nacido de su hijo (asesinado por el propio caudillo por haberse cambiado de bando) y la hija del gobernador, muerta en el parto. El gobernador, resentido, trata de matar al recién nacido pero hay algo en su interior que se lo impide, la piedad.
Yo no veo nada maniquea esta película, al contrario de la versión "famosa", en que los antagonistas son malos por naturaleza, sino que son un reflejo de unas naciones incapacez de vivir en paz por culpa de ideologías periclitadas que impiden su convivencia.
Como película, la adaptación de Borko me parece excelente, y la interpretación de Bogdan Stupka impresionante.
(Nikolai Vasilievich Gogol; Sorochintsi, actual Ucrania, 1809-Moscú, 1852) Escritor ucraniano en lengua rusa. Hijo de un pequeño terrateniente, a los diecinueve años se trasladó a San Petersburgo para intentar, sin éxito, labrarse un futuro como burócrata de la administración zarista. En 1831 se incorporó como profesor de historia a la universidad, donde conocería a Pushkin. De su colaboración regular con distintas publicaciones nacieron las Veladas en la finca de Dikanka (1831-1832), que constituyeron un enorme éxito y lo llevaron, en 1835, a abandonar la universidad para centrarse definitivamente en la literatura.
Ese mismo año publicó Mirgorod y Arabescos, que suponían su paso al realismo crítico. Mirgorod es una continuación de las Veladas y contiene cuatro relatos, entre ellos el poema épico Taras Bulba.
En 1836 publicó la comedia El inspector, una sátira de la corrupción de la burocracia que obligó al escritor a abandonar temporalmente el país. Instalado en Roma, en 1842 escribió buena parte de su obra más importante, Almas muertas, donde describía sarcásticamente la Rusia feudal. También en ese año publicó El abrigo, obra que ejercería una enorme influencia en la literatura rusa, y que en 1954 protagonizó en televisión Buster Keaton en uno de sus escasos papeles dramáticos, The Awakening. Después de una corta estancia en Moscú, y de regreso en Roma, empezó a escribir la segunda parte de Almas muertas.
Una profunda crisis espiritual le llevaría, en 1848, a peregrinar a Jerusalén. En los últimos años de su vida escribió artículos; en los Fragmentos escogidos de la correspondencia con los amigos (1847) defiende la religión ortodoxa. Al borde de la locura, poco antes de morir quemó el manuscrito de la segunda parte de Almas muertas. Gogol marcó el inicio de la tradición realista en la literatura rusa.
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