A PUERTAS DEL VERANO
El verano 2008 está a punto de llegar. Año mediocre donde los haya se ve amenizado por una huelga de transportes, una salvaje crisis económica que el gobierno ni siquiera es capaz de nombrar. Vivimos en una época en que nadie llama a la gente o a las cosas por su nombre. A los africanos les llamamos gentes de color y no negros porque se ofenden o, al menos, eso dicen. Ser blanco o negro o asiático, hombre o mujer, no es ninguna deshonra pero sí un accidente. Nadie ha elegido su lugar de nacimiento, ni su raza, ni su sexo, ni su tiempo y sin embargo todos estos factores condicionan nuestra existencia nos guste o no.
Vivimos aferrados a tradiciones que seguimos sin cuestionar su auténtica motivación. No somos conscientes que el mundo es como es porque lo hacemos así y con nuestro mimetismo causamos que el error perdure hasta la eternidad. Todos acabamos por convertirnos en cómplices de todas las injusticias que se producen a nuestro alrededor porque no somos capaces de plantearnos que el mundo que nos rodea podría ser diferente.
La crisis nos golpea con dureza, muchos sabíamos que iba a venir porque las contradicciones económicas de nuestra sociedad son evidentes e insostenibles. No sabemos a donde nos llevará pero sí que causará y causa mucho dolor.
Mientras tanto la gente sigue a los demagogos de turno (Zapatero, Obama, Chávez, Carod Rovira) y se traga sus mentiras sin que nadie escarmiente. No es la primera vez ni será la última que eso ocurre. No tenemos remedio. Dicen que los asnos jamás tropiezan dos veces con la misma piedra, pero la raza humana persiste una y otra vez en toparse siempre con el mismo pedrusco.
Bueno, así somos y así nos va.
Vivimos aferrados a tradiciones que seguimos sin cuestionar su auténtica motivación. No somos conscientes que el mundo es como es porque lo hacemos así y con nuestro mimetismo causamos que el error perdure hasta la eternidad. Todos acabamos por convertirnos en cómplices de todas las injusticias que se producen a nuestro alrededor porque no somos capaces de plantearnos que el mundo que nos rodea podría ser diferente.
La crisis nos golpea con dureza, muchos sabíamos que iba a venir porque las contradicciones económicas de nuestra sociedad son evidentes e insostenibles. No sabemos a donde nos llevará pero sí que causará y causa mucho dolor.
Mientras tanto la gente sigue a los demagogos de turno (Zapatero, Obama, Chávez, Carod Rovira) y se traga sus mentiras sin que nadie escarmiente. No es la primera vez ni será la última que eso ocurre. No tenemos remedio. Dicen que los asnos jamás tropiezan dos veces con la misma piedra, pero la raza humana persiste una y otra vez en toparse siempre con el mismo pedrusco.
Bueno, así somos y así nos va.
Comentarios
Un saludo.
Saludos.
no lo lei en verdad pero ya el hecho me conmueve... soy un gran fan keaton y me encanta ver q se lo considere...
muchas gracias y pasate por mi web q algo de keaton siempre ahi...
salu2 desde buenos aires...
Cuando el arte ataque
Cuando el arte ataque