LILY HO
Las chicas de Oriente siempre me han fascinado, tienen un encanto especial. Cuando se pusieron de moda las películas de los Hermanos Shaw por los setenta, apareció una superproducción interesante llamada Catorce amazonas que me agradó bastante y que hace un par de años volví a ver.
Se trataba de una epopeya de unas viudas que acuden a la guerra para reemplazar a sus maridos masacrados, también acudían las hijas para vengar a sus padres. La principal adolescente que iba a la guerra, como Mulan, era Lily Ho.
Una chica que enseguida me interesó pero que no volví a ver nunca más por desgracia. Al parecer tiempo después se casó y abandonó el cine.
Se trataba de una epopeya de unas viudas que acuden a la guerra para reemplazar a sus maridos masacrados, también acudían las hijas para vengar a sus padres. La principal adolescente que iba a la guerra, como Mulan, era Lily Ho.
Una chica que enseguida me interesó pero que no volví a ver nunca más por desgracia. Al parecer tiempo después se casó y abandonó el cine.
Encontré hace unos días Intimate Confessions of a Chinese Courtesan (1972) de Chor Yuen, y me volví a encontrar con esta chiquita de ojos rasgados. Aquí el papel es muy diferente, una chica raptada y vendida a un burdel para clientes lujosos, por lo que será sometida a trato vejatorio pero aprenderá una dura lección y acabará por fortalecer su posición.
Por otra parte, aquí Lily Ho, llega a interpretar escenas lésbicas con la patrona a la que acabará seduciendo. Lily Ho me ha vuelto a gustar.
Fue flor de un día, su carrera fulgurante, y no tuvo directores con Ang Lee, Chen Kaige o Zhang Yimou, actualmente tan afamados. En aquel tiempo el cine chino era muy mal considerado como productos de consumo menor, cine de barriada y de pipas de girasol. Salas de reestreno y programas dobles. Pero tenía su público. Esa cinta que aludíamos más arriba no nos llegó naturalmente, porque ciertos temas no gustaban a nuestros censores porque vivían en otra galaxia.
Por otra parte, aquí Lily Ho, llega a interpretar escenas lésbicas con la patrona a la que acabará seduciendo. Lily Ho me ha vuelto a gustar.
Fue flor de un día, su carrera fulgurante, y no tuvo directores con Ang Lee, Chen Kaige o Zhang Yimou, actualmente tan afamados. En aquel tiempo el cine chino era muy mal considerado como productos de consumo menor, cine de barriada y de pipas de girasol. Salas de reestreno y programas dobles. Pero tenía su público. Esa cinta que aludíamos más arriba no nos llegó naturalmente, porque ciertos temas no gustaban a nuestros censores porque vivían en otra galaxia.
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